Caracas, capital del delito

Luis Izquiel, El Universal

La crisis de inseguridad que ha golpeado a Venezuela en los últimos años presenta una característica muy particular: la mayor concentración del delito se ha producido en Caracas, la capital.

En casi todos los países donde la criminalidad violenta es un problema, ésta se desarrolla con más fuerza en zonas de la provincia, donde no se encuentran las sedes principales de los distintos poderes del Estado.

El último informe de la ONG mexicana, Seguridad, Justicia y Paz, publicado a principios de este año, indica que de las 50 ciudades más violentas del orbe, solo 7 son capitales, siendo Caracas la líder de este renglón, con 119 asesinatos por cada 100.000 habitantes (luego Tegucigalpa, Ciudad de Guatemala, San Salvador, San Juan de Puerto Rico, Puerto Príncipe y Brasilia).

La que otrora fue considerada como «la sucursal del cielo», hoy se ha convertido en una referencia mundial de la criminalidad.

«La mayor concentración del delito es en Caracas»

La mala reputación de Caracas en materia delictiva, no es gratuita. Nuestra capital tiene hoy un promedio de 16 muertes violentas por día.

En todos los meses de este año han ingresado más de 400 cuerpos a la morgue de Bello Monte, algo que nunca había ocurrido en el pasado (agosto proyectaba cerrar con una cifra cercana a las 500 muertes violentas).

La mayoría de las víctimas son jóvenes, varones, entre los 16 y 25 años, habitantes de los sectores populares. Los homicidios se producen principalmente en el municipio Libertador. Estas estadísticas son reflejadas por diversos medios de comunicación.

Los números oficiales son prácticamente inexistentes.

Los únicos que no sienten peligro en Caracas son los altos burócratas oficiales (y sus panas boliburgueses), los cuales se desplazan en carros o camionetas blindadas, acompañados de numerosos escoltas.

Ni los policías se salvan de la violencia, ya que este año han asesinado a 56 de ellos. Igualmente, en lo que va de 2013, han perdido la vida de forma violenta 110 mujeres en la capital, un número muy superior a las 77 de todo el 2012.

En los años 80 y 90 el secuestro se ejecutaba casi exclusivamente en los estados fronterizos, pero esto ya no es así.

Ahora la mayor incidencia de este delito se presenta en Caracas.

Muchas de las bandas que anteriormente se dedicaban al robo de bancos o camiones blindados, migraron al secuestro (prolongado o exprés) ya que les resulta muy lucrativo y mucho menos riesgoso.

Este hecho punible presenta una elevada cifra negra, es decir, los casos ocurren, pero muchas víctimas no denuncian ante las autoridades.

Los caraqueños vivimos casi paranoicos por el temor a ser víctimas de un delito. A partir de cierta hora existe en la ciudad una especie de toque de queda decretado por el hampa.

Buena parte de los habitantes de la capital han cambiado sus rutinas por la alta criminalidad. Igualmente, un número importante de caraqueños ha optado por tratar de no frecuentar sectores distintos a los que viven o trabajan.

Es claro que, en materia delictiva, Caracas ha pagado las peores consecuencias del desgobierno revolucionario.

Diseño gráfico: Sala de Información.

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