Grupo oficialista destroza casa gremial en la Uneg y quema carro de profesor

Rolando Azocar Jr.
Correo del Caroní
Fotos: Aníbal Barreto

Frente a la oficina de Apuneg solo quedaron cenizas

Pocos minutos antes de las 9:00 de la mañana llegó a la sede Villa Asia de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG). Isabel Arango no llevó libros. Sabía que no había clases y que los profesores continuaban en el ciclo de ayunos; así que no se molestó en cargarlos.

La razón de la visita era la asamblea de estudiantes que desde el domingo se convocaba por las redes sociales. La cita era en la cancha de usos múltiples, y el tema uno solo: el futuro del semestre.

Llegó con una hora de retraso a la reunión. La masa de estudiantes ya no se concentraba en la cancha, sino en la oficina de la Asociación de Profesores de la UNEG (Apuneg). En el centro de la muchedumbre alebrestada con consignas puntuales: Queremos clases, identificó a Raúl Brito, presidente de Apuneg, junto a un estudiante en silla de ruedas.

“Vi que estaban discutiendo. Vi cuando Johnny le estaba gritando, ¿sabes? El muchacho de la silla de ruedas le estaba gritando y señalando. Brito no hacía nada. No le daba respuesta, solo se quedaba callado. Hasta que se puso más agresiva la vaina y le dio (un golpe) a Brito”, cuenta.

En ese momento los estudiantes respondieron a un grito: Quémenlos, vamos a quemarlos. Isabel no puede precisar quién fue el primero en dar la orden, pero sí la reacción que se generó.

Brito desapareció de su vista y alguna explosión sonó. El ruido de los vidrios rotos de la ventana de la oficina de Apuneg repicó y una imagen quedó grabada: aquel muchacho en silla de ruedas que discutía, ahora rompía una a una con su mano derecha las ventanas.

La sangre cayó en el suelo junto a pedazos de cristal. Otras detonaciones sonaron y en el frente de la oficina de Apuneg quedaron solo las cenizas de algunas colchonetas, afiches, sillas, pupitres y botellas con trapos quemados.

Desalojados

Mientras la asamblea de los estudiantes se realizaba, Schiara Ruiz, profesora de la UNEG, preparaba su chequeo médico. Cumplidas las 48 horas del profesor Fidel Hernández, ella tomaría el turno en el ciclo de ayunos que desde la semana pasada realiza la Apuneg.

Escuchó algunas consignas, queremos clases, queremos clases, y salió de la oficina. Afuera, la masa estudiantil ya había rodeado el lugar. “Un estudiante, no recuerdo el nombre, el de silla de ruedas, comenzó a discutir. Que le estábamos robando su semestre, destruyendo sus estudios y todas esas consignas agresivas”, recuerda.

Dentro de la sede de Apuneg había alrededor de 20 docentes. Algunos se encontraban en el lugar y otros entraron apresurados cuando vieron algunas llamas. Ruiz no detalla el punto de inicio de las agresiones, pero “sé que lo primero fue la quema de las colchonetas y las sillas».

La sede de Apuneg llevando candela
Foto: Lorena Cañas

«Nos querían quemar completos. Luego el muchacho de la silla de ruedas comenzó a romper los vidrios de la ventana para meter la bomba molotov. Tiró la primera y luego explotaron otras. Fueron tres en total”.

Luego de algunos forcejeos y gritos, fueron desalojados del lugar. “Nos sacaron no solo de la oficina, sino del recinto universitario. Que nosotros no teníamos derecho a estar ahí”, cuenta indignada y con la voz quebrada.

Mientras un grupo terminaba de destrozar la sede de Apuneg, otro requisó el estacionamiento.

“No encontraron la camioneta de Apuneg, eso era lo que buscaban, pero como no estaba, rompieron el carro de Brito que estaba estacionado del otro lado”, lamenta.

La policía no entró. Solo se presentó una patrulla motorizada que se quedó al margen de la entrada.

Los bomberos también se presentaron, intentaron pasar, pero fueron detenidos por un grupo de estudiantes identificados como Movimiento Estudiantil Renovación Universitaria (MERU).

Desde la silla de ruedas

Entre las cenizas de las bombas molotov que explotaron en la sede de Apuneg, un estudiante tomó la voz de mando: “No podemos dejar que nos roben el semestre, siempre es lo mismo. ¿Y nosotros qué? ¿Qué pasa con nuestro esfuerzo?”, gritó el joven en silla de ruedas detonando la algarabía a su alrededor.

Estas son las bombas molotov lanzadas por estudiantes contra la sede de la Apuneg y el carro del profesor Brito
Foto: @100x100UNEG

-Por la entrada están discutiendo de nuevo… hay un peo allá- intervino una muchacha agitada luego de correr de un extremo a otro.

-Carlos, anda tú. Vamos, anda para allá. Corre, respondió el joven tomando por la camisa a otro estudiante. La orden se cumplió.

“El de la silla de ruedas, Johnny Alkhouri, rompió la ventana para tirar las bombas molotov. Fueron tres en total”

Desde la silla de ruedas, lo que más resalta de Johnny Alkhouri son las manchas de sangre que tiñen su camisa y hacen un camino que guía la mirada directo a su mano derecha. Allí la sangre es más pronunciada y sobresale de entre el vendaje improvisado que lleva.

“Primero que nada estoy herido porque estaba en el medio de la lucha de reclamar nuestro derecho a la educación. Venimos a exigirles a los profesores nuestro derecho. Le estábamos exigiendo, con palabras, gritando y bueno, hubo un momento en el que se armó la confrontación y el estudiante despertó”, explicó el integrante del movimiento estudiantil MERU al hablar con la prensa.

Negó haber sido el responsable de romper los vidrios de la oficina de Apuneg. “Estaba en el medio y salí cortado (…) Me corté, me corté… estaba rodando, estoy en una silla de ruedas, estaba rodando y pasó”, declaró Alkhouri entre una masa de estudiantes, que al ver el resultado de la protesta comenzaron a gritar en rechazo a sus palabras: Afuera Meru, afuera MERU.

Incitando a la agresividad

Entre los estudiantes que rechazaron las acciones de MERU y confrontaron a Alkhouri, está Roraima González. Nadie le contó lo que pasó, porque ella estuvo desde el inicio de la asamblea, a las 8:00 de la mañana.

“El Movimiento Estudiantil Renovación Universitaria, MERU, incitó a la violencia de los estudiantes. Dijeron: ‘Vamos a la Apuneg, vamos a formar.., disculpen la palabra, vamos a formar peo a la Apuneg (…) Ellos le dicen a los estudiantes -que ya están un poco alterados porque quieren ver clases- que vayan y rompan Apuneg”, cuenta.

Cuando los estudiantes, liderados por los dirigentes de MERU, llegaron a la oficina de Apuneg rompieron los afiches y quemaron las colchonetas.

“Levantaron a los profesores, los encerraron en la Apuneg y comenzaron a lanzar bombas molotov”, asegura la estudiante sobre lo sucedido.

Primero lo destrozaron y luego lo incendiaron
Foto: @julitofer

¡Relevo de pruebas!
Foto: @100x100UNEG

“No incitamos a la violencia”

“Los bomberos intentaron pasar pero fueron detenidos por estudiantes del Movimiento Estudiantil Renovación Universitaria (MERU)”
Foto: @Jesus09M

Después de una hora, los pasillos de la UNEG aún se mantenían invadidos de humo.

El carro del presidente de Apuneg, Raúl Brito, fue quemado
Foto: @imNaldoo

La oficina de Apuneg quedó entre cenizas, al igual que un salón cercano. El carro del presidente de la asociación, Raúl Brito, fue sometido a una segunda ronda: quemado total.

Brito declaró desde el centro médico de los profesores de la UNEG que todo fue planeado. El ayuno está cancelado. Ahora los profesores se retirarán de los salones de clases hasta nuevo aviso. “Hasta que se garantice su seguridad”, dijo.

Entre los estudiantes, las opiniones se dividían. Los pertenecientes al movimiento estudiantil MERU insistían en la validez de las acciones, asegurando que en la oficina encontraron botellas de alcohol; mientras que otros rechazaban la medida bajo un argumento de conciencia: “Si se destruye la universidad, dónde vamos a ver clases”.

El dirigente estudiantil e integrante de MERU, Ángelo Vargas, aseguró que la asamblea que se realizó tenía como fin único informar a los estudiantes la situación del semestre.

“Yo como estudiante sí le dije a los estudiantes que había que buscar una manera alternativa, una forma de lucha para ser tomados en cuenta (…) Pero también, aquí el profesor Raúl Brito debe tener en cuenta que es un problema personal, nosotros como dirigentes estudiantiles no tenemos la culpa de eso”.

¿Quién le repone su carro al profesor Brito?

– ¿Pero hay dirigentes de MERU responsables por esto?

– Para serte sincero, toda la culpa se la están echando a MERU. Nosotros, bueno, somos los centros de estudiantes y estamos aquí.

– Entre las declaraciones y fotos, sale un estudiante en silla de ruedas rompiendo los vidrios de Apuneg y que se identifica con MERU…

– Sí, efectivamente. Johnny Alkhouri, es un muchacho que es minusválido… y si quieren nosotros asumimos la culpa, asumimos todo, pero no vamos a dar nuestro brazo a torcer. Lo que se hizo hoy es una muestra de que estamos dispuestos a hacer lo que sea para que nuestro semestre sea tomado en cuenta (…) Y recalcando que el único que ha estado en contra de que los estudiantes se unan a la lucha es Raúl Brito.

– ¿Esto no deteriora más una universidad que ya arrastra problemas de infraestructura?

– Efectivamente, hago un llamado a los compañeros. Bueno, de hecho, hay una muestra efectiva de que no estamos en contra de ellos. Mi persona sacó los carros de otros profesores para que no se incendiaran (…) Eso es una muestra de que se nos sale de las manos controlar un estudiante que se enardeció por la pérdida de su semestre. Fue algo del momento.

– ¿Cómo se justifica que sea algo del momento, como dices, y hayan traído bombas molotov?

– Efectivamente, te digo esto porque al parecer, no tengo esa información, pero se dice que cuando hubo la caravana de los estudiantes que se graduaban de tecnólogo, el profesor Brito tuvo problemas con algunos estudiantes. De ahí parte todo. Te mintiera si dijera: ‘Estaba algo preparado o no estaba algo preparado. Nosotros solo vinimos a dar una asamblea en la cual, ¿incitamos a la violencia? Jamás. Solo dije: ‘Vamos a ponernos radicales, vamos a exigir nuestras clases’. Brito nos recibe con que el semestre estaba perdido, y es ahí cuando el estudiante se molesta más y pasa esto.

“Mientras un grupo destrozaba la sede de Apuneg, otro rompió y quemó el carro del profesor Brito” Foto: @GaBiTaDiaz10

La rectora María Elena Latuff

Rectora María Elena Latuff

“Queremos presentar el resultado del Consejo Universitario una vez evaluados los hechos que sucedieron en una de las sedes de la UNEG (…). Una vez conocidos los hechos nos levantamos, que estábamos en sesión ordinaria, fuimos allí y constatamos que había una situación irregular en donde habían sucedido hechos de violencia (…). El Consejo Universitario rechaza todos los hechos de violencia y exhorta a todos los profesores a que se reincorporen”.

La petición la valida en las respuestas que se han presentado por parte del Ejecutivo Nacional, en la que “se ha logrado entre 110 y 132,5% de aumento, según las categorías del escalafón universitario. Además de eso, becas para el estudio de los profesores. En esta universidad se le paga 100%, el HCM, becas para los hijos, útiles escolares, primas por hijo, cajas de ahorro, tarjetas de alimentación con un bono especial para el mes de diciembre, juguetes, aportes por nacimiento, fallecimiento y casamiento”, enumeró.

La única razón que concibe la rectora de la UNEG para que se siga llamando a paro de actividades académicas es el elemento político. El tinte partidista con el que -asegura la rectora- está teñida la lucha ha desviado los verdaderos ideales de protesta universitaria.

Intervención partidista

Las horas de anarquía que se vivieron en la sede de Villa Asia de la UNEG, que dejó un salón, una oficina y un carro quemados dentro de la casa de estudio, son achacados por la rectora al resultado de la desviación de la lucha docente en terreno político partidista.

Más allá de la responsabilidad de los estudiantes implicados en las agresiones, Latuff responsabilizó de los hechos violentos a las intervenciones de dirigentes políticos.

“Rechazamos la presencia de Andrés Velázquez en la universidad, haciendo un llamado público a apoyar el paro de los profesores. Él no es universitario, él no pertenece a la Universidad de Guayana (…) Ese ingrediente politiquero y político que entró en los últimos días a la universidad ocasionó los hechos de ayer. Lo que pasó fue ocasionado por eso, el elemento de afuera de la universidad que se han infiltrado en nuestra casa de estudio”.

Aunque destacó que la universidad tiene procedimientos disciplinarios, no precisó ninguna medida para los estudiantes implicados debido a que

“nosotros formalmente no hemos recibido denuncia de que un estudiante haya cometido ningún hecho violento.

Ellos han sido acusados, pero nosotros esperamos como dirección institucional que se activen los mecanismos institucionales, para procesar cualquier tipo de denuncia al respecto (…) nosotros recibimos las denuncias de quienes se sientan agredidos y procesamos internamente”.

– Sin embargo, hubo infraestructura dañada de la universidad, salones quemados, ¿eso no es suficiente para que la universidad establezca una investigación?

– Se acaba de nombrar una mesa de diálogo en la que se van a exponer todas y cada una de las acciones que se dieron. Los afectados, los que se sienten afectados, los que se sienten agredidos, dirán qué pasó, cuáles fueron los hechos. Nosotros tenemos información de entes institucionales de la universidad también, que serían elementos para acumular ante un procedimiento disciplinario que lleva un tiempo y una legalidad antes determinada.

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